La celulitis es un problema que afecta en mayor o menor medida a las mujeres de todas las edades y se calcula que más del 50% la padece, considerándose una afección común dentro de la medicina estética.
Existe una gran variedad de tratamientos para combatir la celulitis, algunos invasivos y otros que prefieren volcarse a técnicas más naturales y que mejoran notablemente el problema. Entre ellos la Depresoterapia se presenta como una excelente alternativa.
Esta técnica, muy efectiva en cualquier tipo de celulitis, permite la reproducción mecánica de las maniobras típicas de un masaje manual, actuando sobre la piel, el músculo y también sobre el aparato circulatorio, fundamental para aumentar el metabolismo a nivel localizado. Mejora el aspecto de la piel tratando los tejidos conjuntivos tanto cutáneos como subcutáneos, elimina toxinas, generando además intercambios celulares favorables y haciendo un trabajo de movilización del denominado gel conjuntivo que es uno de los responsables de la celulitis. Por otra parte, es excelente para reducir en gran medida el dolor que muchas mujeres experimentan en algunas zonas con celulitis.
La Depresoterapia combate también la retención de líquidos, ya que fomenta el trabajo de los sistemas venoso y linfático reduciendo sustancialmente el volumen corporal modelando también el contorno del cuerpo ya que se produce una lipólisis en los depósitos de grasa.
De forma paralela este procedimiento exfolia la piel eliminado las células muertas favoreciendo la penetración de activos que mejoran también los problemas estéticos.
Este tratamiento es recomendable realizarlo en varias sesiones abarcando las diferentes zonas con celulitis, sobre todo porque es una terapia no invasiva y que no produce efectos secundarios relevantes. Se suele combinar con otros tratamientos como presoterapia, sonoforesis, masaje manual y drenaje linfático manual.
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